Ivan Aguilera

Cuando visualizamos , materializamos y cuando pensamos lo atraemos a nuestra realidad . Se ha comprobado mediante hechos reales de muchas personas que lo han experimentado y como experiencia propia, también me he dado cuenta con el trascurso del tiempo desde que he analizado este tema de manera mas profunda. Somos energía y la cantidad de pensamientos que emitimos es similar a la cantidad de partículas que existen en el universo. Podemos crear infinidades de cosas y manifestar nuestra realidad según la percepción que queremos emitir. Al ser energía, podemos dirigir nuestros pensamientos hacia lo que nos enfocamos, ya que todo es enfoque y todo es energía. Pero es importante saber que la realidad no es un talismán que escucha los deseos que se piden de la boca hacia afuera. Sino que la realidad manifiesta nuestros deseos que provienen de nuestros sentimientos . Cuando decimos que somos energía, debemos enfocar nuestro futuro deseado como si lo tuviéramos en presente y vivir la sensación

Cuando dejamos nuestras plegarias en manos del universo, posteriormente nos sorprendemos de las cosas que aparecen en nuestro entorno. Es importante seguir los pasos de la manifestación; Pidiendo, sentirlo y recibirlo. Agradeciendo la abundancia que nos rodea el universo y apreciar nuestro entorno. Por cada un pensamiento positivo vale mas que dos pensamientos negativos. Nuestros sentimientos deben acorde a lo que manifestamos, para así poder llevar a cabo nuestro plan de vida. Cuando dejamos fluir nuestra vida en manos del universo, es importante tener nuestro deseo visualizado y conservar el sentimiento que nos focaliza en él. Manteniendo el punto de referencia y expresarnos mediante nuestros sentimientos.

EL CONVENTO DONDE TRABAJABA MI MADRE Hace diez años, visualizaba el interior de un convento donde mi madre trabajaba como asistente social durante la década de los 80. Era un convento donde se manifestaban las primeras imágenes que marcaron mi niñez, donde aprendí a desarrollar mis primeros pasos. Mi madre toda la vida se ha dedicado a trabajar junto a colegios católicos y vínculos asociados a hogares de monjas relacionados a la iglesia católica. Cuando caminaba por las calles cercanas al lugar, imaginaba volver a recorrer esos lugares y regresar al pasado -Con la idea de reencontrarme con aquellos momentos- Teniendo la fe de que algún día todo lo que pensaba ocurriría en algún momento. Al tener la iniciativa de visitar el santuario, me pude dar cuenta que el santuario tenía acceso al público con un horario establecido. -No quise perder mas tiempo y decidí entrar-  Cuando finalicé una de mis visitas, una Hermana me realiza una invitación a un domingo de ramos, donde mi madre se ofrece