PRIMERA EXPERIENCIA
EL CONVENTO DONDE TRABAJABA MI MADRE
Hace diez años, visualizaba el interior de un convento donde mi madre trabajaba como asistente social durante la década de los 80.
Era un convento donde se manifestaban las primeras imágenes que marcaron mi niñez, donde aprendí a desarrollar mis primeros pasos. Mi madre toda la vida se ha dedicado a trabajar junto a colegios católicos y vínculos asociados a hogares de monjas relacionados a la iglesia católica.
Cuando caminaba por las calles cercanas al lugar, imaginaba volver a recorrer esos lugares y regresar al pasado -Con la idea de reencontrarme con aquellos momentos- Teniendo la fe de que algún día todo lo que pensaba ocurriría en algún momento.
Al tener la iniciativa de visitar el santuario, me pude dar cuenta que el santuario tenía acceso al público con un horario establecido. -No quise perder mas tiempo y decidí entrar-
Cuando finalicé una de mis visitas, una Hermana me realiza una invitación a un domingo de ramos, donde mi madre se ofrece acompañarme. -Fuimos con mi madre-. Y lo mejor del caso; Mi madre se reencontró con mucha gente que conoció en la época y nos reencontramos con una de las monjas mas queridas por nosotros.
Hubo un reencuentro emotivo, dudas que se aclararon y misterios resueltos. Todo y mas con sólo sentir, recordar, pensar y manifestar.
Actualmente se mantiene el contacto y en el último tiempo he tenido la posibilidad de participar en encuentros religiosos que se han realizado y sobretodo, visitar el lugar donde exactamente hice mis primeros pasos cuando niño.
Cuando se siente el pensamiento, se atrae a la realidad y cuando se visualiza se manifiesta.
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